top of page

LA CULPA EN LA MATERNIDAD ¿CÓMO LIBERARSE DE ESA “CARGA”?

Foto del escritor: Eliana Ponce AlvarezEliana Ponce Alvarez

Actualizado: 22 feb 2023


La culpa en las madres es uno de los fenómenos más extendidos asociados con la maternidad. Por ello, quiero ayudarte a que comprendas por qué sucede y cómo intentar superarla.


La culpa es una emoción más, no es buena ni mala, pero es importante identificar qué la genera, si estoy ante un error real, y aquí es importante atender al diálogo interno: ¿cómo me estoy hablando? ¿estoy entendiendo mi situación cuando estoy haciendo este juicio sobre mí? ¿estoy juzgando lo que hago en base a mi criterio o en base al criterio de otros?


La culpa es una emoción potente que produce un fuerte desgaste psicológico. Su presencia incesante nos hace sentir incómodas, inadecuadas y poco válidas, afecta a nuestra autoestima y nos paraliza. Cuando te conviertes en madre, se abre un mundo de emociones nunca conocido. Comienzas a experimentar un amor incondicional y una fuerza imparable, pero, desafortunadamente, también aparecen una serie de emociones negativas que pueden causar.


Mientras la culpa esté presente, no solo no seremos capaces de disfrutar de la maternidad, sino que tampoco podremos ejercerla dando lo mejor de nosotras mismas. Entonces, por nuestro bien y el de nuestros hijos, ¿Qué tal si comenzamos a soltar esa pesada carga?


¿DE DÓNDE PROVIENE LA CULPA EN LAS MADRES?


Expectativas


La imagen idealizada de la maternidad que se mantiene aún hoy contribuye, en gran medida, a generar ese malestar en las mujeres. La sociedad, los allegados e incluso las mujeres mismas marcan unos estándares imposibles de cumplir.


Ninguna madre es perfecta, se muestra siempre amorosa, comprensiva y paciente y aplica a la perfección los consejos sobre crianza. Si te exiges demasiado, das lugar a que la culpa se apodere de ti, ya que, como cualquier ser humano, cometerás errores.

Errores sobre las creencias en la maternidad


Por otro lado, la culpa en las madres surge de la idea equivocada que mantienen respecto a su papel en la vida de sus hijos. Muchas de ellas piensan que son las responsables absolutas del bienestar de sus hijos (convirtiéndose en super mamas). Así, se sienten culpables si estos enferman, obtienen bajas calificaciones, tienen pocos amigos o son infelices de cualquier forma.


Ten en cuenta que no puedes controlar todo lo que ocurre en la vida de tu hijo. Existen muchos factores y condicionantes que no están en tus manos y tu única labor es amarlo, aceptarlo y educarlo de la mejor forma posible. Los hijos deberán frustrarse y cometer errores porque ellos es parte de la vida y del aprendizaje. Nuestra función no es hacerlos felices siempre, además esto no es real en ningún ser humano, debemos acompañar y regular las emociones de ellos, y cubrir sus necesidades (educación, amor, alimentación, emocional salud, limites), pero ellos necesitan aprender a gestionar los momentos de conflictos. Nosotros seremos una guía, el copiloto en sus vidas.


La culpa en las madres puede gestionarse


Has de comenzar a trabajar en ti misma para gestionarla: Comienza por revisar tus creencias, tus expectativas y tu idea de la maternidad y trata de ajustarla a una visión más realista. Sé compasiva contigo misma, no te olvides de ti por estar siempre para tu hijo eso a largo plazo te pasará factura, afectará en tu estado emocional, cansancio, y salud, por ende, afectará a tu relación con tu hijo, porque estarás más sensible e irritada. cuídate y disfruta de tu maternidad: lo estás haciendo bien.


Cambiemos entonces el término de culpa, hablemos de responsabilidad:

  • Responsabilidad en identificar mis emociones.

  • Responsabilidad de no normalizar lo que me sucede, date un tiempo, escucha tus necesidades.

  • Responsabilidad en cuanto a detectar aquello que me funciona y qué no me funciona como madre para desempeñar mi rol.

  • Responsabilidad de valorar las opciones y escoger la que mejor se adecúa en mi maternidad.

  • Responsabilidad de tratarme con respeto y cariño entendiendo quién soy y mis circunstancias.

  • Responsabilidad quedarte con lo que te a ti te identifique, así además de la culpa evitarás frustraciones por no llegar a ser la madre que “debes” ser.

  • ·Responsabilidad en cuanto a aceptar mis errores, y haberlo hecho de la mejor forma que he podido. No existe la perfección.


¿CÓMO DESTERRAMOS LA CULPA?

  • Mirándonos con comprensión, aceptando que no sabemos todo, que tenemos el derecho de probar, de equivocarnos, de aprender, de ser imperfectas, de sentirnos incómodas en nuestro rol, y tomar medidas que nos ayuden a gestionar/gestionarnos en ese momento es la clave.

  • Aceptando que la perfección no existe, que no somos las madres de antes, ni las de mañana serán como nosotras ahora. No existe una maternidad buena o mala. Lo importante es ajustarte a tus circunstancias de vida. Aceptarnos como somos es el primer paso para el cambio, porque sin esa toma de conciencia, no habrá posibilidad de mejora

  • Identificando tus necesidades, y a partir de ahí, construir tu propio modelo de maternidad que recoja esas necesidades y las de tu bebé (porque sin duda, él seguirá siendo la prioridad). Estar conectada contigo mismo posibilitará que conectes emocionalmente con tu hijo/a, que le acompañes en su desarrollo psico-social y estés presente.


Si quieres conocer más sobre este y otros temas relacionados con la crianza en RECONOCIENDOTE, trabajo acompañando a las familias para adquieran los recursos y herramientas necesarias para construir su autonomía en la crianza.

Si necesitas un espacio como madre o padre este tu sitio, pregunta por las sesiones personalizadas.


ELIANA PONCE ALVAREZ

Reconociéndote

Entradas recientes

Ver todo

Comments


bottom of page