El ritmo de la vida moderna puede ser agotador. Entre el trabajo, las responsabilidades familiares, la tecnología que nos rodea y el cansancio de los niños con tantas actividades semanales, a veces parece que no tenemos tiempo. Pero gustaría que reflexiones sobre algo muy importante: cada pequeño momento de conexión con nuestros hijos puede marcar una gran diferencia.
Podemos empezar por aprovechar esos breves instantes del día para conectarnos de verdad, fomentando recuerdos para el alma. Puede ser pequeños gestos, como, por ejemplo, al despertar, durante el desayuno, en el camino a la escuela o antes de dormir. Esos momentos, aunque cortos, pueden convertirse en espacios de complicidad, besos, caricias, risas, cuentos, miradas cómplices, juegos que fortalecen el vínculo y los lazos familiares.
Otra forma de reconectar es establecer momentos sin tecnología, momentos de escucha con todo nuestro sentido, que se sientan, estamos presentes conectando con ellos. O una tarde del fin de semana dedicada a hacer algo juntos, en donde por momentos nos podamos convertir en niños jugando con ellos. No se trata de grandes gestos, sino de pequeñas acciones que fomentan la conexión emocional.
Recuerden: la crianza de un niño es el trabajo más bonito, e importante de la vida. Cada mirada, cada palabra, cada gesto de cariño cuenta.
Hagamos que el reloj se pueda congelar por unos minutos para estar juntos.
ELIANA PONCE ALVAREZ Coach y Psicopedagoga Especializada en Inteligencia Emocional y Familiar eliana.ponce@reconociendote.com
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